Están
ahí. Una pila de libros desparramados
en el suelo.
Hay que
limpiar los estantes. Quitar el polvo. Releer los títulos. Acomodar
por géneros: historia,
novela negra –mi preferida-. Poemas. Autobiografías.
Un trozo
de papel se desliza, cae sobre la alfombra donde me siento sentada
con las piernas cruzadas. Está escrita con letra apretada y
subrayada cada línea.
No tiene
fecha. No recuerdo cuando la guardé, ni sabía que estaba allí.
Pero ahí está.
La releo:
“Si cada vez que aparece algo que te
asusta/decides salir corriendo/vas a estar huyendo el resto de tu
vida” (Autor anónimo)
Amarillenta
y arrugada la voy alisando con la palma de la mano. La vuelvo a
colocar en su lugar pero haciéndola sobresalir para no olvidarla.
En lo posible NUNCA MÁS.
Y pienso.
Y
reflexiono.
Y mastico
una a una las palabras antes de volver a cerrar el libro. Incorporar
la frase. Integrarla a un tropel de pensamientos que siempre me
sobresaltan obligándome
a preguntar ¡tantas cosas!
Entre
ellas: “¿habré hecho bien?”, “¿me habré equivocado?”.
“¿Por qué nadie estiró su mano obligándome a pensar?”.
De nada
valen los reproches ni los cuestionamientos cuando uno ha cruzado la
mitad de su existencia luchando…luchando sin parar…
Con
caídas que todavía duelen hasta en
los dientes.
Con
puñaladas traperas a las que aderezaron
¡por si fuera poco! Con “puñaos
de sal gorda”, para que al descubrirlas dolieran aún más.
De golpe
surge de manera mágica, el “Debe y el Haber” como en la
contabilidad.
El
susurro prácticamente inaudible.
El
consejo – sé que alguien que ya no está a mi lado- me lo sigue
repitiendo y aunque piense que es producto de la locura cotidiana, de
la sin razón de muchos de los comportamientos del género humano, no
estoy dispuesta a olvidar ni enterrar.
“Que no
te importe lo que digan de ti, Sigue adelante si estás convencido
que el camino elegido es el correcto, y si no lo es, considéralo
como una experiencia más”.
“Que no
te importe que se rían de tus sueños ni fantasías. Se arrepentirán
o estarán en lo cierto…pero ¡ni
loco de toda locura!, pongas freno a
tu imaginación ni des un paso atrás”
“¡Que
no te importe el reproche por haber amado hasta el hartazgo a quien
no lo merecía, diera un portazo silencioso a tus ruegos…te hizo
tomar conciencia de dónde están los límites, cuando hay que llorar
hasta decir basta y cuando hay que parar de llorar”
“Que no
te importe, el escuchar una y otra vez: “confórmate porque es lo
que hay”.
“Que no
te importe el escuchar reír a los demás detrás tuyo silabeando:
“¿No se ha dado cuenta que su ciclo ha terminado?” porque
mientras tú estés total y absolutamente convencido que es una
falacia, tu ciclo interno no tendrá fin ni habrá camino que
abandonar”
“¡Que
no te importe nada, nada…pero nada de aquellos que intenten por
todos los medios que bajes los brazos. Que te rindas. Que esperen
ansiosos que metas tu nariz, tus piernas y tus músculos al calor de
una manta eléctrica olvidándote de quien eres NO DE QUIEN
FUISTE.!!!!
Siempre
hay un sendero larguísimo por recorrer.
Y hasta
que te quede un último aliento no lo abandones Nunca!
¡Que no
te importe lo que digan los demás!
(cora.lasso@hotmail.com)