CARPE DIEM (Horacio 65aC-8aC) “Toma este día como si no fuera a existir el siguiente”

viernes, 1 de noviembre de 2013

LA MENTIRA



Recuerdo que hace muchos, muchos años, una tía materna que era poco tierna y nada  cariñosa siempre tenía a flor de piel y en la punta de los labios la frase – dijeras lo que dijeras- “¡eres una mentirosa!”

Esa palabra, esa sola palabra final (mentirosa), que se encargaba de remarcar y arrastrar como si gozara infinitamente al pronunciarla y le causara un placer incalculable, me dolía más que un cachetazo inesperado en la boca.

Desde entonces – desde esos momentos que aunque intento no recordar me asaltan por sorpresa sin avisar- me prometí no mentir jamás.
Y con el correr del tiempo, debo confesar sin ponerme roja ni ocultarlo, que no rompí una sino cien mil veces la promesa e intuyo que lo volveré a hacer sin más.

Cuando le comenté el pecado  a un buen amigo psicólogo, se llevó las manos a la cabeza sonriendo y repitiendo por lo bajo: “Ah…¡qué horror!!!”. Y después de unos segundos agregó:  “Nadie dice nunca la verdad, sobre todo cuando hablamos de nosotros mismos y siempre cambiamos algo para atenuar la tristeza que produce la realidad”

“Toda la verdad,  repito, nunca la dice nadie. Tal vez sea por miedo a mostrarnos tal cual somos, a desnudar defectos y debilidades, angustias y miserias. Terror a darte a conocer cómo eres, experimentar en el otro rechazo, “miedo al contagio” y recelos. Abandono y lejanía. Exclusión y desconfianza. Temor”

“Los que afirman que no mienten son los más peligrosos y de ellos justamente debes desconfiar. Cuando indagas un poco, tan solo un poco y les preguntas que hacen, cómo viven, cualquier detalle que parezca algo trivial empiezan a contar sus batallitas, sus logros y proezas, sus méritos y conquistas y en general exageran y se atribuyen cualidades de aquellos a los que admiran pero están lejos de conquistarlas… o lo que es peor, están convencidos que no las conquistarán jamás….”.

“La vida está llena de mentiras gordas y graves. Imperdonables y justiciables. Mentiras arriesgadas que pueden poner al borde del estallido y del colapso a un país”.

“Mentiras piadosas  que forman parte de nuestro día a día y que podríamos llamar “perdonables” sencillamente por un motivo: “a la mayoría de los seres humanos les enferma la sinceridad”

“Mientes cuando dices “me lo esperaba” y la puñalada trapera que has recibido te desequilibró hasta el punto de perder el sentido.

“Mientes cuando dices te amo, y solo hay entre él y tú, solo una entrañable amistad”

“Mientes cuando susurras: “Ya estoy acostumbrado”, cuando a la traición nunca te acostumbrarás”

“Y lo haces cuando en vez de decir NO con todo el cuerpo, bajas la cabeza y te dejas humillar”

“Y vuelves a mentir cuando excusas tu parsimonia en un “yo no podría” sabiendo  perfectamente que si te empeñas lo harás”

“Si todos los mentirosos fuesen al infierno, ya no cabría ni un alfiler más…”

“Debemos aceptar que la mentira forma parte de nuestras vidas, pero el gran secreto es descubrir quién las dice, en qué momento, con qué oscuros fines y hasta donde pretende llegar”, agrega.

“Siempre ten presente tres frases dichas por tres hombres sabios:
.”Las mentiras más crueles son dichas en silencio”
.”Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver jamás”
.”No porque todo el mundo crea en una mentira, esa mentira se convierte en realidad”…

Hasta la próxima…







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