CARPE DIEM (Horacio 65aC-8aC) “Toma este día como si no fuera a existir el siguiente”

viernes, 19 de abril de 2013

EL FOLIO EN BLANCO





Desde mi adolescencia crecí de cara a hojas desprovistas de todo contenido, sin letras ni  palabras, párrafos o frases. Algo que  los periodistas solemos llamar:   “el síndrome del folio en blanco”.
Un folio que poco a poco se fue poblando de inquietudes, borrones y tachaduras. Historias para no contar que fueron contadas con rabia contenida y pasión por la verdad.
Decepciones y recelos. Certezas y desaciertos. Miedo y furia. Traiciones y amiguismos. Enamoramientos superfluos. Amor profundo y lealtad.
La vida es justamente un folio en blanco y solo depende de nosotros entender lo que hay que volcar en ese espacio inconmensurable que pretende engullirnos. Deletrear poco a poco, pergeñar el contenido, darle forma y consistencia, hacerlo entendible no solo para nosotros sino también para los demás, produce un miedo que paraliza ya que desconocemos la forma de empezar.
Si le alcanzas un folio en blanco a un adulto, te mirará intrigado antes de preguntar “¿qué hago con esto?”.
 Prueba dárselo a un niño…y te sorprenderás…
Te lo arrebatará de las manos. Hará un bollo con él. Lo encestará divertido en la silla más próxima. Levantará los brazos sintiéndose el jugador más envidiado del universo saludando a su público.
Te pedirá más hojas en blanco para garabatear figuras psicodélicas que ni él conoce, dará alas a su imaginación, no respetará fronteras ni códigos. SOÑARÁ con mayúsculas…Soñará…
Y cuando esté agotado de dar pinceladas, brochas y trazos a sus deseos, cuando solo quede un folio en blanco, es probable que te lo entregue, lo coloque frente a tus ojos y con la inocencia propia de sus años desprovisto de vergüenzas y temores a hacer el ridículo, a reinventarse o fracasar te rete con un: “ahora tú”.
Invariablemente la solución  a nuestros problemas está frente a nuestros ojos y no alcanzamos a verlas.
Seguramente el “ahora tú”,  será la llave para encontrar muchas respuestas.
Empezar a reconocer quien fuiste. Quien eres. Que fallos has cometido.  Qué atajos debes tomar para salir del laberinto en el que te has perdido. Hasta donde te atreves a llegar. Hacia dónde vas…





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