CARPE DIEM (Horacio 65aC-8aC) “Toma este día como si no fuera a existir el siguiente”

lunes, 26 de noviembre de 2012

"CUANDO ES LO QUE HAY..."



Te miras al espejo por enésima vez  y no reconoces la imagen que te devuelve. Los ojos se han empequeñecido. Las arrugas a los costados de la boca pronunciado. El pelo ya no está donde debería estar…se asemeja al de un bebé…  lo sientes  tan frágil que con solo un tirón podrías arrancarlo sin dificultad mechón a mechón.


Intentas convencerte que “la arruga es bella” y  repites la frase mentalmente como un mantra sabiendo que tu cuerpo ha cambiado. No hay ojos que te observen con interés. Miradas cargadas de deseo. Chispazos de locura. Arrebatos de pasión.

Es cierto que nada es igual porque has cruzado el umbral de los sesenta y ni siquiera a codazos estás en condiciones de competir. Rivalizar con esos que sin pedir permiso, se entremezclan en tu mundo con códigos propios, hablan de vidas ajenas como si les pertenecieran, relatan experiencias y trayectorias de personajes que ni te suenan,  jamás has sentido nombrar  ni tienes el gusto de conocer .

Con esa tremenda sensación de estar suspendida en el pasado, fuera de tiempo y de lugar, ni siquiera te has planteado que existen los que humillan sin descarado y los que se dejan humillar sin capacidad de reacción.

Tampoco te has detenido a pensar que  los espejos son fríos y despiadados y colocan delante  una imagen que no es la tuya.   No te cuestionas si mienten impiadosos y ni siquiera  llegan  a ponerse de puntillas para atisbar nuestro interior.

 Estamos de  acuerdo. Eres una señora, o un hombre mayor…¿y qué?...Ya no puedes recuperar la juventud perdida ¿pero cuanto has luchado por ser quien eres hoy?

Tus manos están ajadas de recoger migajas de desconsuelos propios y ajenos. Tus brazos, casi sin fuerzas de esquivar golpes y acarrear  dolor. Has transitado no solo tu camino sino el de los otros,  ayudándoles a mirar hacia adelante si se extraviaban, cogían  el rumbo equivocado o se dejaban hundir en la desesperación.

Has reído hasta quedar exhausta y llorado  más allá de la frontera que perfila la emoción. Has trabajado para  moldearte a ti misma con poca ayuda del resto.  Te has equivocado y acertado. Perjurado y maldecido. Has vuelto a confiar aún siendo estafada. Has aprobado una a una las asignaturas de la vida y aunque todavía te quedan algunas materias sueltas, sabes que el tuyo ha sido un carrerón.

No pretendas ser eternamente guapa. Perpetuamente inteligente. Lúcida. Fresca. Lozana. Entiende que es totalmente cierto que “lo esencial es invisible a los ojos” y la auténtica belleza, ésa que crees nadie ha visto,  sigue ahí, intacta en tu interior.

¡Vive  y exprime hasta el último minuto de tu vida!.  Disfruta hasta el infinito de ella. Ríete de tus meteduras de pata y tus despistes.   Muéstrate  tal cual eres sin tapujos. Ama. Discute. Pelea. Lucha como si no hubiese calendarios, tiempos ni edades para hacerlo.

No olvides jamás quien fuiste ni quien eres. Sé tú misma sin dobleces y feliz sin pedir perdón por serlo.  Si has dado un paso convencida que has hecho lo correcto, si estás en paz contigo misma, nunca te arrepientas por temor…



lunes, 19 de noviembre de 2012

SIEMPRE ESTAMOS A TIEMPO



“Hasta ahora  todo había sido fácil, sencillo. Circunstancial. Reían mis gracias, mi móvil no dejaba de sonar. Los fines de semana eran tantos los planes que tenía que me veía obligado a decir "he quedado, lo dejamos para la próxima". De golpe, miro a mi alrededor y no hay nadie. Me sobran los dedos de una mano para contar a los verdaderos amigos,  los demás han desaparecido como por  arte de magia al comprobar mi situación”
“He perdido el trabajo y “ya no invito”.  Si no estoy obligado a salir, no salgo.  Me arreglo con lo que tengo. No hay ropa de marca con que presumir. Viajo en metro, cuando viajo por obligación. Esta sociedad que mis padres me mostraron y en la que me enseñaron a moverme no tiene nada que ver ni se parece, ni se asemeja a la que estoy palpando y sufriendo en carne propia hoy.
“Siento que ya no estoy a tiempo para aprender…Fui uno de los miles que dijo: a mí no me va a pasar, y me pasó”…
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Escuché esta conversación entre dos hombres que habían cruzado el umbral de los treinta años, el pasado sábado en la puerta de un centro comercial de Sol ¿casualidad?. No. Las casualidades no existen. Existen las causalidades.

Me di la vuelta y les miré. Llevaban la desazón pintada en el rostro y estaban tan metidos en su dolor que ni siquiera me prestaron atención ni advirtieron mi  curiosidad. Nunca sabrán que refrené el impulso de inmiscuirme y  convencerles  que si se hicieron las cosas mal, siempre hay tiempo para tomar conciencia, planificar, reciclar y construir  evitando que  vayan a peor.

La vida no es como la intuimos desde el primer instante que llegamos al mundo, cuando nos arropan brazos extraños pasando casi de inmediato a aquellos que reconocemos por el olor, el susurro y por la voz.

La vida es nuestra cómplice cuando le viene en ganas. Enemiga acérrima cuando nos da a conocer su poder de destrucción.
Da. Quita. Retiene. Entrega. Se queda todo para sí y no te da nada, o te lo da todo y en un suspiro te lo arrebata  sin pizca de conmiseración.
La vida es sabia e injusta, por eso es inútil  pedirle que sea piadosa contigo o exigir una explicación.

No creas jamás lo que  pone frente a tus ojos,  suele engañar y una vez que aceptas su juego no hay opción.  Enfréntala como si fuese tu peor contrincante cuando tengas que mirarla cara a cara, y úsala de  aliada incondicional en el momento de reforzar tu posición.

No la subestimes. Valórala. Disfruta hasta el infinito de lo que te está ofreciendo ahora, pero desconfía de un mañana incierto,  aún cuando te lo muestre brillante y prometedor.

Ella te lo está pidiendo a gritos. ¿Entonces? Complácela. ¡Vive!. Pero jamás lo hagas en vano y sin haber aprendido la lección: se sube con un tremendo esfuerzo y cuando estás arriba ni siquiera imaginas que puedes precipitarte al vacío  aunque hayas sufrido un inocente resbalón.

Deja salir la rabia y la angustia. Apuesta por tu fuerza y empeño. La vida no es plana. Está llena de magia. Todo está por descubrir. Nada está escrito ni todo está dicho. ¿Y si puedes cambiar el curso del destino? ¿Te lo has preguntado?  Sigue adelante sin miedo. Escucha lo que  susurra tu intuición. Siempre hay un tiempo para llorar y amar. Resurgir del fracaso. Volver a confiar en que  ¡¡¡¡sí eres capaz!!!!

Crece  y avanza poco a poco... aún cuando la vida  se empeñe en decirte que  ese no es el  sendero y has equivocado la dirección…

Hasta la próxima.



lunes, 12 de noviembre de 2012

AUNQUE CREAS QUE LO SABE ¡DISELO!






Estamos acostumbrados a dar todo por hecho. A creer que  los demás saben lo que pensamos y sentimos. A asegurar el valor de nuestros deseos y sentimientos  sin darle espacio a la duda. A suponer que es inútil repetir frases, gestos, miradas, insistir o subrayar porque amparados en el silencio todo resulta más cómodo, sencillo, poco comprometido, menos empalagoso.
Pero no somos máquinas programadas para responder “Me gusta. No me gusta. Sí. No”, porque más allá de tu mundo hay otro absolutamente diferente  que pide palabras y definiciones a gritos. Gente que observa, necesita, espera conocer todo aquello que escondemos y no dejamos aflorar por pura vergüenza o falso pudor.
Muchas veces, cuando estás desesperado, te sientes solo y vacío, pensarás en llamar a un amigo para descargar tu pena, hablarle de tu dolor y la conclusión es inmediata: "si ya lo sabe... no quiero molestarle". 
Y yo te digo "¡llámalo"!
Cuando miras a tus hijos y una ola de ternura te envuelve, el orgullo "te puede" al comprobar que vuestro esfuerzo y enseñanzas no han sido en vano, que a pesar de las discusiones, riñas y enfados, él también ha comprendido que el camino que indicastéis  es el correcto...¡no te calles, ni te tragues las palabras, cuéntaselo!
Da igual que tengas una pareja desde hace veinte años o la hayas conocido seis meses atrás: en algún momento te plantearás si entre ambos, en vez de construir poco a poco el mismo camino que os habíais trazado, fulminasteis el amor.
Tómate un segundo y reflexiona. En este último tiempo ¿cuántas veces te has dirigido a “ese alguien” confesándole tu amor? ¿Cuántas has repito: “te quiero”. “Te necesito”. “Eres él o la mejor”?
Deja de esconderte en  silencios ambiguos. Destruye la muralla que levantaste a tu alrededor. Tengas los años que tengas,  recupera la frescura del adolescente que seguramente se ha escondido en algún recoveco y quiere salir del encierro a pesar de tu prohibición.
Vuelve a ser tú mismo y sin dobleces.
Coge y acaricia  la mano del que realmente amas, y aunque estés convencido que ya lo sabe ¡díselo!. Intercambia miradas cómplices, regálale un beso que no sea el de compromiso o por obligación. Cuéntale hasta quedarte ronco,  que de no haberse cruzado en tu vida nada hubiera tenido el sentido que tiene hoy.
Arropa. Protege. Acorta distancias.  Mima. Acaricia.
Demuestra sin tapujos quien eres. Entiende de una vez por todas que aunque hayas  sido educado con esos falsos códigos… Huraño y distante, lejano y solitario no se está mejor…

lunes, 5 de noviembre de 2012

APRENDE A DECIR NO






Es una palabra que ni siquiera conforma una frase y estamos tan poco acostumbrados a decirla en voz alta,  que solo el hecho de imaginar que puedan pensar los demás cuando la escuchen, nos acobarda y reprime.

Hemos sido educados para ser correctos sin salirnos de las normas que nos impusieron. Ver, oir y callar. Guardarnos lo que pensamos y realmente sentimos, porque al hacerlo, tuvieron la  sensación  que decir una verdad a medias o esconder bajo siete llaves nuestros pensamientos  resultaba más elegante, menos agresivo y cuajaba muchísimo mejor.

Yo te propongo que olvides lecciones que rozan el cinismo, pegues un salto descomunal,  levantes la cabeza, enseñes con orgullo tu verdadera cara. Empieces a ser tú misma  y aprendas a decir NO.

Comienza desde abajo y si alguien te recrimina  que no has “seguido sus reglas y lo hagas de inmediato”, sin que te tiemble ni el pulso  ni te remuerda la conciencia, alzando la voz como nunca lo hiciste responde con un NO.

NO eres esclava de nadie y si desde un principio por un erróneo y equivocado concepto de educación y complacencia te mostraste dispuesta, amable o sumisa a golpe de dignidad reinvidica tus derechos,  quítate la máscara que hasta ahora llevaste por comodidad. Marca tu posición.

Jamás vayas donde no quieres ir ni estés con quien no quieres estar, sin que por ello te obligues a buscar excusas o pretextos absurdos que ni siquiera te convencen. Y aunque la voz se desgarre y duela hacerlo   grita  NO.

NO aceptes que te humillen sin motivo, ni te recuerden a gritos lo que han hecho por ti cuando no es verdad, buscando que te avergüences, ni te cuestiones sin razón. Entonces mira de frente y sin miedo al que lo hace y repite sin titubeos que “ASÍ NO”.

NO te dejes arrastras ni contagiar por la cobardía que marca al resto de los que te rodean. Sigue tus propias reglas. Escucha lo que te repite tu yo interior. Si algo te fastidia, te duele, te hace daño, provoca  tu propia vergüenza,  da un portazo afectivo y  demuestra que se acabó.

Empieza por respetarte para que los demás se enteren que NO eres una oveja más del rebaño, sino la mejor. NO olvides jamás que la soledad  es dura, lastima, hiere y hay que estar muy preparado para sobrellevarla. Pero también recuerda que estar mal acompañado es infinitamente peor.

Pon en claro tus ideas. Ata bien cortas las riendas del impulso y hasta que NO estés totalmente convencida del camino que quieres recorrer, ni eches la vista atrás  ni te dejes seducir por promesas que se olvidan ante el primer desencuentro y el penúltimo adios.

Hasta entonces no cedas ni claudiques. Avanza lo que tengas que avanzar hasta llegar a la meta que te has propuesto. Sólo entonces, sólo en ese momento, deja de repetir NO.