CARPE DIEM (Horacio 65aC-8aC) “Toma este día como si no fuera a existir el siguiente”

lunes, 5 de noviembre de 2012

APRENDE A DECIR NO






Es una palabra que ni siquiera conforma una frase y estamos tan poco acostumbrados a decirla en voz alta,  que solo el hecho de imaginar que puedan pensar los demás cuando la escuchen, nos acobarda y reprime.

Hemos sido educados para ser correctos sin salirnos de las normas que nos impusieron. Ver, oir y callar. Guardarnos lo que pensamos y realmente sentimos, porque al hacerlo, tuvieron la  sensación  que decir una verdad a medias o esconder bajo siete llaves nuestros pensamientos  resultaba más elegante, menos agresivo y cuajaba muchísimo mejor.

Yo te propongo que olvides lecciones que rozan el cinismo, pegues un salto descomunal,  levantes la cabeza, enseñes con orgullo tu verdadera cara. Empieces a ser tú misma  y aprendas a decir NO.

Comienza desde abajo y si alguien te recrimina  que no has “seguido sus reglas y lo hagas de inmediato”, sin que te tiemble ni el pulso  ni te remuerda la conciencia, alzando la voz como nunca lo hiciste responde con un NO.

NO eres esclava de nadie y si desde un principio por un erróneo y equivocado concepto de educación y complacencia te mostraste dispuesta, amable o sumisa a golpe de dignidad reinvidica tus derechos,  quítate la máscara que hasta ahora llevaste por comodidad. Marca tu posición.

Jamás vayas donde no quieres ir ni estés con quien no quieres estar, sin que por ello te obligues a buscar excusas o pretextos absurdos que ni siquiera te convencen. Y aunque la voz se desgarre y duela hacerlo   grita  NO.

NO aceptes que te humillen sin motivo, ni te recuerden a gritos lo que han hecho por ti cuando no es verdad, buscando que te avergüences, ni te cuestiones sin razón. Entonces mira de frente y sin miedo al que lo hace y repite sin titubeos que “ASÍ NO”.

NO te dejes arrastras ni contagiar por la cobardía que marca al resto de los que te rodean. Sigue tus propias reglas. Escucha lo que te repite tu yo interior. Si algo te fastidia, te duele, te hace daño, provoca  tu propia vergüenza,  da un portazo afectivo y  demuestra que se acabó.

Empieza por respetarte para que los demás se enteren que NO eres una oveja más del rebaño, sino la mejor. NO olvides jamás que la soledad  es dura, lastima, hiere y hay que estar muy preparado para sobrellevarla. Pero también recuerda que estar mal acompañado es infinitamente peor.

Pon en claro tus ideas. Ata bien cortas las riendas del impulso y hasta que NO estés totalmente convencida del camino que quieres recorrer, ni eches la vista atrás  ni te dejes seducir por promesas que se olvidan ante el primer desencuentro y el penúltimo adios.

Hasta entonces no cedas ni claudiques. Avanza lo que tengas que avanzar hasta llegar a la meta que te has propuesto. Sólo entonces, sólo en ese momento, deja de repetir NO.





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