CARPE DIEM (Horacio 65aC-8aC) “Toma este día como si no fuera a existir el siguiente”

viernes, 18 de enero de 2013

ESTOY EN ESA EDAD...




(No soy la única. Sigo convencida que hay miles, millones de mujeres y hombres que sienten como yo)


Estoy en esa edad en la que ya no soy jóven,  tampoco me asomo al umbral de la tercera edad ni soy demasiado mayor.

Estoy en esa edad, en la que he aprendido que la amistad es un tesoro y  mejor guardar silencio para  entreabrir la puerta de la comunicación.
Ya no hago más preguntas y dejo que el tiempo se ocupe de poner cada pieza en su lugar: de calmar a quien lo necesite, de ayudarle a reflexionar, elaborando un balance minucioso en contra mío o a  favor.

Estoy en esa edad, en la que compruebo como los amigos – no los que han dicho definitivamente adiós- se marchan porque les viene en gana y regresan sin siquiera disculparse ni justificar su incomprensible desaparición.
Quizás por eso la experiencia me ha enseñado que observar desde lejos, mantener  distancias, no aconsejar ni opinar es cien mil veces mejor.

Y sin embargo me duele el juego constante, repetido y cansino del: “Puedes pasar. Levanto barreras. No me des la espalda. Ahora quien  te necesita soy yo”.

Estoy en esa edad, en la que el paso de los años me ha enseñado  a diferenciar con quien quiero estar y con quien no.
Sigo dando todo sin esperar nada a cambio, pero señalando calladamente que  no soy la misma y la confianza se esfumó…
…………………………………………………………………
Estoy en esa edad, en la que ya no me importa fracasar si lo hice convencida al intentarlo.
No me importa caer cien veces y otras cien levantarme.
Luchar hasta conseguir lo que me he propuesto con la certeza que ahí debo llegar y llegaré por más que algunos lo tilden de obsesión.

Estoy en esa edad, en la que miro atrás, compruebo que me he bebido la vida despacio disfrutando a rabiar de su sabor y el espejo me sorprende mostrando  lo que ven callando lo que soy.

Sé que he sido descaradamente feliz  con huecos y  altibajos.
Que me he reído a carcajadas y aún lo hago.
Que cuando amo le pongo palabras al amor.
Que cuando me indigno soy tan tremenda como a los veinte, con la pasión intacta y el mismo ardor.

Estoy en esa edad, en la que si el futuro es un reto, busco armaduras donde sea para enfrentarlo sin dejarme fulminar por el terror.

Soy una más entre tantas mujeres y hombres que pelean y luchan.
Construyen y alientan.
Señalan o aplauden sin sentirse santas ni beatas.
Ni iluminadas ni genios.
Ni Juanas de Arco, ni Cid Campeador

Estoy convencida,  que somos muchos y no una excepción…

No hay comentarios:

Publicar un comentario