CARPE DIEM (Horacio 65aC-8aC) “Toma este día como si no fuera a existir el siguiente”

lunes, 13 de mayo de 2013

NOTABLES DIFERENCIAS



Mi amigo tiene setenta y muchos, pero aún así  quienes le conocemos de cerca entendemos que todavía “le falta rodaje” para arañar el umbral de la tercera edad.

Ríe como un joven y bebe de a tragos pequeños – como el buen vino- los imperceptibles destellos de felicidad “porque en eso consiste, en disfrutar y paladear como si fuese el mejor caldo que has probado en toda tu existencia”.

Cuando abraza, lo hace con tal fuerza que supones quiere hacer añicos de ternura con tu cuerpo. Y cuando aprieta tu mano entiendes que lo hace con sincera e inquebrantable lealtad.

Es médico y psicólogo. Poeta y pintor. Expedicionario incansable. Empedernido rockero. Rezongón por las mañanas. "Flower Power" y "Boss".

Mi amigo es sabio e inteligente. Astuto. Rápido como un lince. Sagaz. Imprevisible y  romántico. Lúcido. Fantasioso. Hablador silencioso con su mirada. Locuaz cuando llega el momento de enseñar.

Hace bastante tiempo divagamos sobre las diferencias entre un joven, un viejo, un anciano y lo tremendamente difícil que resulta  explicar los “abismos”  que existían entre cada uno.

Levantándose de su silla, rebuscó entre el enorme papeleo y enjambre de libros hasta que riendo entre dientes – como suele hacerlo cuando se siente victorioso- me alargó un folio recomendando: “éste es un regalo que te hago, prométeme que cuando vuelas a tener alguna duda lo releerás”.

En él decía:

“La edad causa la degeneración de las células, la vejez la degeneración del espíritu.

Anciano es quien tiene mucha edad, viejo el que perdió la jovialidad.

Es anciano cuando se sueña. Viejo cuando solo se duerme.

Es anciano cuando todavía se  aprende. Viejo cuando ya no se enseña.

Usted es anciano si su calendario tiene “mañanas”. Viejo cuando solamente tiene “ayeres”.

El anciano se renueva cada día que termina, porque mientras él tiene sus ojos puestos en el horizonte por donde el sol despierta e ilumina la esperanza, el viejo tiene su miopía mirando hacia las sombras del pasado.

El anciano tiene planes. El viejo nostalgias.

El anciano lucha por lo que le resta de vida. El viejo sufre por lo que le falta hasta la muerte.

Las arrugas del anciano son bonitas porque fueron marcadas por la sonrisa. Las arrugas del viejo son feas porque fueron cinceladas por la amargura.

El anciano y el viejo pueden tener la misma edad en el calendario, pero edades diferentes en el corazón.

No olvides nunca esto: puedes ser joven y sin embargo estar viejo”…
(Autor anónimo)

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